domingo, 15 de enero de 2012

Mis padres son dependientes, ¿qué hago yo ahora?



Nuestros padres siempre han estado ahí para protegernos, para velar por nosotros, para cuidarnos. Nosotros en estos momentos ya somos adultos, independientes, tenemos nuestro trabajo y hemos creado nuestra propia familia. Pero de repente, un día….. ¡son nuestros padres los que dependen de nosotros!.
Una repentina fractura de cadera, un repentino ictus, una larga hospitalización….. provoca que nuestro progenitor necesite de nuestra ayuda y de nuestros cuidados. En estos momentos, ¿estamos preparados para empezar a tomar decisiones? ¿estamos preparados para cuidar a nuestros padres? Quizá necesiten cuidados especiales, alimentación especial, quizá hasta necesiten nuestra ayuda a nivel económico, o una habitación en nuestra casa. Parece todo tan complicado.
En casa tenemos poco espacio, poco tiempo, niños pequeños… parece complicado ceder nuestro espacio a nuestros progenitores enfermos. Quizá sería interesante buscar una persona para cuidarle en casa, pero ¿a quién? Tendrá que ser una persona de confianza, pero ¿vendría por el día o por la noche? o ¿todo el día? o ¿quizá tendrán que ser varias personas? y ¿será muy caro?.
¿Y una residencia? pero, ¿qué dirá mi padre? ¿y el resto de la familia? ¿cómo vamos a pagarla? ¿será de confianza? Seguro que se muere de pena. Yo nunca pensé que  llevaría a mis padres a una residencia…..
Mañana le dan el alta del hospital, necesita llevar pañal, hay que darle de comer, necesita la silla de ruedas para sus desplazamientos,… necesita un montón de cuidados especiales además de rehabilitación.
Mis hermanos no opinan como yo, o peor, no tengo hermanos, mi economía no es boyante, mi estado de ánimo está por los suelos, mi pareja no quiere saber nada de mi progenitor, ¿qué hago? ¿dónde voy? ¿dónde me informo?
Nunca pensé que esto me podría pasar a mí.
¿Qué opciones tengo? Afortunadamente, son varias. Estaríamos hablando de:

  • Residencia
  • Centro de Día
  • Centro de noche
  • Asistencia domiciliaria
  • Teleasistencia
Cada una de estas opciones tiene sus pros y sus contras, y además van a depender de una serie de varios factores:

  • Del estado de dependencia de nuestro progenitor, ya que puede ser temporal o su estado es la nueva situación que nos vamos a encontrar en adelante.
  • Del tipo de cuidados y atención va a necesitar.
  • De nuestra situación económica.
  • De nuestra disponibilidad.
  • Del apoyo familiar con el que contamos.
  • Etc.
En posteriores entradas iré explicando una por una todas las opciones que he enumerado, para que cada persona valore su necesidad y la mejor opción que puede elegir.
De todos modos, en el caso de que alguien esté interesad@ en algún tema en concreto y necesitéis más información, no dudéis en comentármelo.

4 comentarios:

  1. Susana me parecen muy interesantes tus artículos.

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    1. Me alegro mucho que te estos temas despierten tu interés. Espero que lo sigan siendo de aquí en adelante. Gracias.

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  2. Mi madre, por suerte, se vale por ella misma, pero vamos viendo día a día que las rutinas se le van haciendo cada vez más dificiles. Ahora mismo tiene ayuda sólo por las mañanas y no sé si es así como deberíamos hacerlo o ya empezar a preveer una ayuda más continuada. A ver si este blog nos ayuda a orientarnos.

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    1. Hola Amparo, yo también espero poder ayudarte al menos ampliando un poco tu información.
      Me comentas que tu madre es una persona independiente, que actualmente tiene a una persona que le ayuda por las mañanas en casa y que no tienes claro si es el recurso correcto. Vamos a ver, imagino que tu madre es mayor y que vive sola, así que el mejor recurso es el que le continúa manteniendo independiente y en su casa, que es lo que imagino que ella desea. El hecho de tener a una persona que le libera de las tareas más pesadas de la casa, que le ayuda en otras áreas mas personales, y supervisa que todo vaya bien, hace que tu madre continúe con su independencia y que tú como hija vivas más tranquila.
      En estos momentos, lo que tienes que hacer es informarte de los recursos que hay en tu población, las ayudas públicas, y lo que le puede ofrecer la ley de dependencia. Seguro que tu madre puede continuar muchos años más siendo independiente con la ayuda de esa persona. Sin embargo y aunque nos pese, conforme pasa el tiempo, ella irá necesitando más ayuda, y entrará en una situación de mayor riesgo. Para entonces tendrás que elegir entre varias opciones: ampliar la jornada laboral de la persona que tiene actualmente, buscar un centro de día para que esté activa y controlada por profesionales y diariamente vuelva a su casa, o un centro de noche para que no se quede sola en casa por las noches, tramitarle la teleasistencia, etc. Sin embargo, considero que lo que deberías hacer en estos momentos es hablar este tema con ella, plantearle que si un día necesita más ayuda o no puede estar sola, qué es lo que ella prefiere, si quedarse en casa, ir a vivir con sus hijos, buscar a una residencia, etc. Es una forma de ser previsores para no tener que hacer cosas precipitadas en un futuro.
      De todos modos, mi intención es escribir un breve un artículo sobre los diferentes recursos con sus pros y sus contras. Échale un vistazo y si necesitas ampliar la información, no dudes en volver a comentármelo.
      Espero haberte ayudado.

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